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El dinero nació de la necesidad de dar un valor ajustado a las mercancías en busca de facilitar el comercio. En la antigüedad, se usaba el trueque, es decir, el intercambio de bienes como medio de pago, pero a la larga, este método no resultó tan efectivo porque en algunas ocasiones los productos que se intercambiaban no tenían el mismo valor.

La primera acuñación de monedas tuvo lugar en Turquía, y estaban compuestas a partir de una aleación de oro y plata. Los billetes, sin embargo, no llegaron hasta un milenio más tarde. Su origen tiene lugar en China, durante el siglo VII.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se acordó que el dólar sería la moneda de referencia a nivel mundial, que en aquel momento se apoyaba en el patrón oro. Tras la caída de ese sistema monetario, se instauró el modelo fiduciario, respaldado en la confianza. En este caso, no hay ningún material que pueda ser promesa de pago por parte del emisor del dinero, sino que las divisas tienen un valor legal propio.

Al día de hoy, existen entre 182 divisas diferente.Evidentemente, no todas las divisas cuestan lo mismo. Al ser dinero fiduciario, su valor se forma con base en la economía, situación política y comercio exterior del país emisor. Las cinco divisas más importantes son: el dólar, el euro, el yen, la libra esterlina y el franco suizo.